martes, 31 de marzo de 2009

ACTIVIDADES FINALES

1. Después de haber avanzado todo este trimestre. ¿Qué importancia tienen las relaciones sexuales como órganos progenitores?
2. Investiga sobre las enfermedades venéreas clasifícalos y describe como podemos evitarlas.
3. Hacer un desarrollo explicativo de cada uno de los paso que marcan la diferencia entre reproducción humana y animal.
4. Investiga los datos estadísticos del VIH-SIDA en tu país y plante como podemos evitar que las cifras aumenten.
5. Después de haber culminado el desarrollo de estos temas, con el conocimiento adquirido ¿podemos mejorar el desarrollo de nuestro sociedad o país? Explica como.

IMAGENES APARATO REPRODUCTOR MASCULINO Y FEMENINO

Aparato reproductor masculino y femenino

http://imagenesdeanatomia.blogspot.com/2007/10/sistema-reproductor-masculino-y_3910.html

Mencionar los nombres (crucigrama)

http://recursos.cnice.mec.es/biosfera/alumno/3ESO/apararep/actividades/actividad4.htm

TEMA 4: HETEROGAMIA ANIMAL.



1. INTRODUCCIÓN.

Se pueden considerar como funciones esenciales en los seres vivos
la nutrición, relación, regulación y reproducción. Las tres primeras atienden a la conservación del individuo, en el sentido del aporte de material energético y estructural, regulación de su fisiología como un todo y su relación respecto al medio en que viven y con otros seres vivos. La reproducción en cambio, atiende a la conservación de la especie como un tipo con características propias, que son transmitidas de generación en generación.
En los animales se encuentran dos modos de reproducción, asexual
y sexual.
La reproducción asexual es aquella en la cual se da lugar a un nuevo individuo a partir de un grupo de células somáticas del individuo progenitor.
La reproducción sexual es aquella en la cual dos células más o menos diferenciadas —gametos— se fusionan, previa reducción del número de cromosomas, para dar una célula nueva —cigoto— que por divisiones sucesivas —en el caso de metazoos— dará lugar al nuevo individuo.

2. REPRODUCCION ASEXUAL

La reproducción asexual se caracteriza por la presencia de un único progenitor, que se divide, forma yemas, se fragmenta o produce muchas esporas, de modo que puede dar lugar a dos o más descendientes. La reproducción sexual, por el contrario, entraña la cooperación de dos progenitores, cada uno de los cuales suministra una gameta; las dos gametas unidas forman la cigota. En las plantas que se autopolinizan y en los animales hermafrodi-tas, ambos "progenitores" pue­den estar en el mismo cuerpo vegetal o ani­mal, pero a pesar de ello la reproducción es siempre típicamente sexual.
Las ventajas de la reproducción sexual so­bre la asexual serán más comprensibles des­pués de haber estudiado la herencia, La re­producción sexual permite la recombinación de las características de dos líneas diferentes, de modo que la descendencia puede heredar de cada uno de los dos progenitores rasgos que la hagan más apta para sobrevivir que cada progenitor por separado. Por lo contrario, los descendientes originados por reproducción asexual heredan exactamente las mismas carac­terísticas del progenitor. La evolución por se­lección natural puede producirse en forma significativa sólo cuando tiene lugar en cada generación esta recombinación de rasgos. ‑
En la mayor parte de las algas verde‑azula­das y las bacterias, la reproducción asexual es el único medio conocido por el cual se forman nuevos individuos. Se ha demostrado que la reproducción sexual existe, aunque muy rara­mente, en ciertas bacterias y puede existir en otras. Aun en las plantas superiores, la repro­ducción puede ser asexual, de formas diversas; los agricultores y floricultores hacen uso de este hecho para la producción de plantas or­namentales y alimenticias, que resultan exacta‑ mente iguales al progenitor. La mayor parte de los árboles y arbustos cultivados, se han reproducidos a partir de esquejes de tallos, que desarrollan raíces en sus extremos cuando se los coloca en tierra húmeda. Los tallos de sauce tienen una capacidad casi increíble para formar raíces y crecer. El jardinero aficionado que corta ramas de sauce para sostener sus plantas de habas o tomates, puede descubrir con sorpresa que los sauces han desarrollado raíces y crecen mejor que sus habas. Una cantidad de plantas de valor comercial, como las bananas, uvas sin semilla y naranjas de ombligo (sin semilla), para mencionar solamente algunas, han perdido la capacidad de producir semillas funcionales y deben ser propagadas enteramente por medios asexuales. Muchas especies de plantas que no se propagan naturalmente en esta forma, pueden ser inducidas a formar raíces si se las trata con una hormona de crecimiento

Muchas plantas, como la fresa, desarrollan tallos largos, horizontales, llamados estolones. Éstos crecen, en una sola estación, muchos centímetros a ras de la tierra, y pueden dar origen a nuevas plantas erguidas, en cada nudo. Otras se extienden por medio de tallos similares, denominados rizomas, que crecen bajo la superficie de la tierra. Así, algunas malezas como la "pata de tero" y otras consideradas como plagas, son particularmente difíciles de controlar porque se extienden por medio de estolones o rizomas. Los tallos subterráneos engrosados o tubérculos, como los de la patata, por ejemplo, sirven también como medio de ‑reproducción; en realidad, algunas de las variedades de patata que se Cultivan, casi nunca producen semillas, y deben ser propagadas plantando un trozo de tubérculo que tenga una yema u "ojo".

El injerto, es decir, la unión d el tallo de una planta con el tallo o raíz de otra, no es un método de reproducción, puesto que no da por resultado el aumento del número de indi­viduos. Se usa ampliamente en forma comer­cial, haciendo que el tallo de una variedad de fruta fina se desarrolle sobre la raíz de otra variedad que tiene raíces vigorosas y resisten­tes, pero que produce fruta pobre.


3. REPRODUCCIÓN SEXUAL.
















Podría definirse en esencia como el fenómeno por el cual dos células más o menos diferenciadas —gametos— o simplemente dos núcleos en algunos casos, se aparean y se fusionan. Probablemente la ventaja más importante de la reproducción sexual es el aumento de variabilidad que resulta de la fusión del material hereditario de dos organismos: los progenitores.
Y que conduce a la aparición de un nuevo organismo, semejante pero no idéntico a ellos. Esta variabilidad tiene una gran importancia evolutiva, debido a que se producen dentro de la especie individuos distintos, capaces de adaptarse por largos períodos a nuevos cambios en el medio ambiente (Nelson, 1973).
La reproducción sexual, a pesar de que requiere una secuencia de procesos bastante complejos, respecto a los mecanismos más sencillos que se efectúan en la reproducción asexual, se extiende a todos los seres vivos, desde los organismos unicelulares a los pluricelulares más evolucionados (plantas y animales superiores). En estos últimos tiene lugar la especialización de células destinadas a aparearse, que son los gametos.
En los primeros en cambio, el gameto no se distingue morfológicamente de la simple célula vegetativa, por lo que es necesaria la aplicación de otro criterio distinto al de la diferenciación celular, que es la dotación cromosómica. La fusión de los núcleos idénticos conduce a la duplicación de la dotación cromosómica. Pero para que se mantengan constantes las características nucleares de la especie, es indispensable que en un momento u otro, tenga lugar la reducción a la mitad de esta dotación cromosómica, que es precisamente el papel de la meiosis. El ciclo de reproducción sexual de cualquier organismo se presenta por tanto como la sucesión de dos fases complementarias: una aplofase (n número de cromosomas) y una diplofase (2n cromosomas) Lamotte, 1975).

4. LA EVOLUCIÓN DEL SEXO

Nadie sabe cómo ni cuándo se inició y desarrolló el fenómeno de la reproducción sexual, pero dentro de un solo filum, el de las algas verdes, se encuentra una variedad de especies que pueden ordenarse en una serie que ilustra la forma en que pudo haber ocurrido esto. La existencia de esta serie, por supuesto, no demuestra que la sexualidad se inició en las algas verdes, ni que la evolución del sexo se produjo en una serie similar de etapas.

Las algas verdes más simples, como el Protococcus, presentan solamente la reproducción asexual, por simple división celular. En la mayor parte de las otras algas verdes, la reproducción asexual se efectúa por transformación de una célula vegetativa en una o más células reproductoras especializadas, llamadas zoosporas, cada una de las cuales posee dos o más flagelos, y está adaptada para cooperar en la dispersión de las especies.

Las Chlamydomonas, que se encuentran en charcos, lagos y sobre la tierra húmeda, poseen una célula vegetativa que tiene dos flagelos y está protegida por una gruesa pared celulósica. La célula puede reproducirse asexualmente por división, formando de dos a ocho zoosporas dentro de la pared celulósica. Éstas se liberan por rotura de la pared celular del progenitor, y se alejan, constituyendo plantas independientes. Ocasionalmente, se realiza la reproducción sexual: la célula progenitora se divide para formar de ocho a treinta y dos células más pequeñas, las gametas, que se parecen a las zoosporas y a los individuos adultos, pero son de menor tamaño., Dos de estas gametas se fusionan, comenzando por el extremo en el que nacen los flagelos, para formar una cigota. Ésta, al principio, tiene cuatro flagelos, dos de cada gameta, pero con el tiempo los pierde. La célula se redondea, segrega una gruesa pared celular y es capaz de sobrevivir largos períodos en un ambiente desfavorable. Cuando éste se torna de nuevo favorable, la cigota sufre la meiosis y forma cuatro células, la pared celular se resquebraja dejando en libertad a las células, que emiten flagelos y se transforman en plantas independientes. Las Chlamydomonas proporcionan un ejemplo de una forma muy primitiva de reproducción sexual, pues las gametas no son células especializadas, sino que son casi exactamente iguales a las zoosporas y a los individuos adultos. En la mayoría de las especies de ChIamydomonas, las dos células que se unen son iguales en tamaño y en estructura; esta forma de reproducción se llama isogamia. En unas pocas especies, se presentan dos clases de gametas que difieren en tamaño, pero ambas llevan flagelos, y la fusión de las dos gametas de diferente tamaño origina una cigota; esta forma de reproducción se denomina heterogamia.

Otro tipo primitivo de reproducción sexual se encuentra en las Spirogyra, que están formadas por largos filamentos de células unidas por los extremos. La reproducción se realiza, por lo general, en el otoño. Dos filamentos se colocan frente a frente, y en las células enfrentadas aparecen protuberancias en forma de cúpula. Éstas se alargan, se fusionan y forman" un tubo que une a las dos células. El protoplasma de una de ellas se contrae, se escurre a través del tubo y se une con el protoplasma de la otra célula. Finalmente, los núcleos de ambas células se fusionan, y se completa así la fecundación. La célula resultante, o cigota, desarrolla una gruesa pared, y es capaz de sobrevivir durante e invierno. En la primavera se divide meióticamente para dar origen a cuatro núcleos haploides, tres de los cuales degeneran. Queda el cuarto núcleo que, luego de la rotura de la gruesa pared, se divide por mitosis para formar un nuevo filamento haploide. La reproducción sexual en Spirogyra es primitiva, pues comprende células no especializadas (cualquier célula del filamento puede fusionarse con otra de un filamento vecino), y las dos células que se unen son semejantes (isogamia).
Otra alga filamentosa verde, Ulothrix, sirve para ilustrar lo que, probablemente fue el próximo paso en la evolución del sexo. En esta planta, tina de las células vegetativas de la cadena filamentosa sufre varias divisiones para producir un determinado nú­mero de pequeñas gametas, cada tina de las cuales emite dos flagelos. Al igual que en Chlamydomonas, dos de estas formas móviles se fusionan, originando una cigota que inicial­mente tiene cuatro flagelos. Después de nadar durante un tiempo, la cigota pierde sus flage­los, segrega una gruesa pared celular y es ca­paz de soportar el frío o la sequedad. Más tarde, sufre tina división meiótica, y da lugar a cuatro células. Éstas se liberan, finalmente, de la pared vieja de la cigota, y producen nue­vos filamentos. Por lo tanto, la reproducción sexual en Ulothrix es isogámica, y se realiza por fusión de dos células idénticas, pero esas células son especializadas y se diferencian de las células vegetativas comunes.
Otra alga filamentosa, Oedogonium, ejemplifica un posible tercer paso en la evolución de la reproducción sexual. Las células que, se fusionan para formar la cigota, son diferentes: una de ellas (el óvulo) es grande, inmóvil y cargada de alimentos, y la otra, pequeña y móvil, es el espermatozoide. La re­producción sexual que se realiza por fusión de gametas diferentes, se denomina heterogámica, y es característica de la mayoría de las plan­tas superiores. Cualquier célula vegetativa pue­de diferenciarse, transformándose en una célula productora de óvulos, o en tina formadora de espermatozoides. La célula formadora de óvulos es grande y esférica, y su protoplasma se contrae, separándose de la pared celular dura, para formar un óvulo ti oosfera cargado de alimentos, redondeado e inmóvil. Las células productoras de espermatozoides se forman cuando una célula vegetativa se divide varias veces para dar origen a tina serie de células cortas, en forma de ‑discos. En cada una de éstas, el protoplasma se divide para formar los pequeños espermatozoides, cada uno de los cuales tiene un círculo de flagelos en el extremo anterior. Tanto el óvulo como el espermatozoide son haploides, y su fusión origina una cigota diploide. El espermatozoide nada hacia el óvulo, atraído por alguna sustancia química emitida por éste. Atraviesa la célula que contiene al óvulo a través de una fisura, y se une con él. La cigota segrega una gruesa pared celular, y de esta manera puede sobrevivir durante períodos en que las condiciones ambientales son desfavorables. Finalmente, sufre la meiosis para formar cuatro células haploides, que tienen un círculo de flagelos en el extremo anterior, y se parecen a las células reproductoras asexuales, las zoosporas. Ya sea que esas zoosporas se hayan formado asexual o sexualmente, pueden germinar y dividirse para dar origen a un nuevo filamento de Oedogonium.

El paso final en la evolución del sexo está representado en otras algas, como Volvox, y en las plantas y animales superiores, cuyas gametas especializadas se originan solamente en células especiales del cuerpo (los órganos sexuales) y no a partir de cualquier célula vegetativa como en Ulothrix y Oedogonium. El Voltox es un alga que forma colonias, una pelota hueca de células, cada tina de las cuales tiene, dos flagelos y está vinculada con sus vecinas por, finos filamentos de protoplasma. Cada colonia puede contener hasta 40.000 células, la mayoría de ellas semejantes, y que funcionan sólo vegetativamente. Las pequeñas células espermáticas, que poseen dos flagelos y son móviles, se originan únicamente en órganos especiales productores de espermatozoides, o anteridios (también se usa este término, por lo‑general, en las plantas superiores, para los órganos productores de espermatozoides).
En un órgano especial, el oogonio se forma un único óvulo, grande e inmóvil. Los espermatozoides móviles libres nadan hacia el óvulo; si unión da por resultado una cigota diploide, que segrega una gruesa. pared celular y puede resistir condiciones desfavorables. Durante la, germinación se realiza la meiosis y, se forman células haploides. Éstas, por sucesivas divisiones mitóticas, dan lugar a una nueva colonia En algunas especies de Volvox, una sola colonia puede tener anteridios y oogonios; en otras especies, solamente puede tener unos ti otros pero no ambos, y podría llamárselas masculinas o femeninas. De estas diversas maneras ha evolucionado la reproducción sexual, hasta el punto en que aparece la diferenciación sexual.

La serie mencionada sirve para ejemplificar varias tendencias en la evolución, cada una de las cuales apunta hacia alguna forma de especialización. El paso que va (le las gametas iguales (isogamia) a las gametas diferentes (heterogamia) tiene evidentes ventajas para la supervivencia de las especies: el gran número y la movilidad de los espermatozoides los hace eficaces para la búsqueda del óvulo, y el gran tamaño y los alimentos almacenados en este último proveen (te nutrimento a la cigota hasta que puede independizarse en cuanto a la nutrición. Un segundo paso sería la especialización de las células de la colonia o del cuerpo multicelular, de modo que algunas puedan llevar a cabo solamente funciones vegetativas, y otras funciones de reproducción. Un tercer paso es la diferenciación de los sexos. En estas plantas primitivas puede producirse la reproducción sexual o asexual en la última planta, dependiendo de las condiciones ambientales. En las algas más evolucionadas y en todas las plantas superiores, hay tina definida y regular alternancia entre una generación de plantas que se reproduce asexualmente por medio de esporas y una generación que se reproduce sexualmente. La tendencia hacia el establecimiento de este tipo de alternancia de generaciones es el cuarto paso, cuyo comienzo se verifica en las algas verdes. La lechuga de mar", Ulva, por ejemplo, está formada por dos clases dé plantas que son idénticas en forma y en estructura. Una de ellas, sin embargo, es un esporofito diploide que, por meiosis, produce zoosporas haploides que originan plantas gametofíticas haploides. Este segundo tipo de plantas produce gametas que se fusionan para formar una cigota diploide, que produce una planta esporofítica diploide.

5. EL CICLO VITAL

El ciclo vital de tina especie se puede definir como los procesos biológicos de desarrollo que se realizan entre cualquier etapa determinada del 'período de vida de un organismo y esa misma etapa en el período de vida de sus descendientes. Para las bacterias, algas azul‑verdosas y Protococcus, que se reproducen por partición, el ciclo es extremadamente simple. Las algas verdes filamentosas, como las Ulothrix, tienen un ciclo durante la mayor parte del cual la colonia está formada por células haploides que se multiplican asexualmente por mitosis. Estas divisiones dan por resultado nuevas células vegetativas del filamento, gametas haploides o zoosporas haploides asexuales, que se dividen para formar nuevas colonias haploides. Las únicas células diploides son las cigotas, pues se dividen mitóticamente para producir células vegetativas haploides. En las Ulva y en las plantas superiores, la cigota se divide mitóticamente para formar una planta esporofítica diploide que, a su vez, produce esporas haploides y, a partir de ellas, gametofitos haploides. El ciclo de vida resultante es más complejo y entraña la marcada alternancia de generaciones ya mencionada. Algunas plantas parásitas, como la roya del trigo y la roya de la "ampolla” del pino blanco, tienen ciclos vitales complejos que requieren dos organismos huéspedes. Muchos animales parásitos tienen un ciclo de vida aún más complejo, con tres o cuatro huéspedes intermediarios diferentes.

En las plantas que muestran una alternancia de generaciones, la que se reproduce sexualmente produciendo gametas, es conocida como el gametofito y la generación que se reproduce asexualmente, por esporas, se denomina el esporofito. El ciclo de vida de estas plantas consiste en la producción de gametas haploides por la planta gametofítica, la unión de las dos gametas para formar la cigota diploide, que se transforma en un esporofito diploide, la producción de esporas haploides por el esporofito y la transformación de esas esporas en el
Gametofito haploide. El tamaño relativo y la duración de las generaciones gametofítica y es­porofítica varían considerablemente.

ACTIVIDADES.

1. Menciona y desarrolla las dos formas de reproducción animal.
2. Investiga y menciona como mínimo 10 nombres de animales o plantas para cada forma de reproducción animal.
3. Hacer un breve comentario del ciclo vital de la reproducción animal.
4. Según tu criterio que beneficios nos trae la reproducción animal y que postura debemos tomar ante la misma.

TEMA 3: APARATO REPRODUCTOR MASCULINO.

El aparato reproductor masculino, junto con el femenino, es uno de los encargados de garantizar la procreación humana.









1. Vejiga urinaria 2.Hueso púbico 3.Pene 4.Cuerpo cavernoso 5.Glande 6.Prepucio 7.Abertura de la uretra 8.Colon sigmoides 9.Recto 10.Vesícula seminal 11.Conducto eyaculador 12.Próstata 13.Glándula de Cowper (glándula bulbouretral) 14.Ano 15.Vaso deferente 16.Epidídimo 17.Testículo 18.Escroto
Se puede nombrar con los siguientes términos:
Aparato reproductivo masculino.
Aparato genital masculino.
Sistema reproductor masculino.
Sistema genital masculino.

Los órganos reproductores internos son aquellos que se encuentran en la cavidad abdominal o púbico, por lo tanto los órganos externos se encuentran fuera de ésta, aunque estén cubiertos por tejido o piel (Ejemplo: el pene y los testículos).
Está compuesto por órganos internos y externos En los seres humanos, el sistema reproductor produce, almacena, nutre y libera las células reproductoras (óvulos y espermatozoides).

Órganos internos

Epidídimo
El epidídimo, también llamado gavón, es un tubo estrecho y alargado, situado en la parte posterior superior del testículo; conecta los conductos deferentes al reverso de cada testículo. Está constituido por la reunión y apelotonamiento de los conductos seminíferos. Se distingue una cabeza, cuerpo y cola que continúa con el conducto deferente. Tiene aproximadamente 5 cm de longitud por 12 mm de ancho. Está presente en todos los mamíferos machos.
Conducto deferente
Los conductos deferentes o vasos deferentes constituyen parte de la anatomía masculina de algunas especies, incluyendo la humana. Son un par de tubos musculares rodeados de músculo liso, cada uno de 30 cm aproximadamente, que conectan el epidídimo con los conductos eyaculatorios intermediando el recorrido del semen entre éstos.
Durante la eyaculación los tubos lisos se contraen, enviando el semen a los conductos eyaculatorios y luego a la uretra, desde donde es expulsado al exterior. La vasectomía es un método de anticoncepción en el cual los vasos deferentes son cortados. Una variación moderna, que también es popularmente conocida como vasectomía aunque no incluye cortar los conductos consiste en colocar un material que obstruya el paso del semen a través de aquéllos.
Una de las consecuencias de la fibrosis quística es la ausencia de los vasos deferentes, dejando infértil al 100% de los varones que la sufren.
Vesículas seminales
Las vesículas o glándulas seminales son unas glándulas productoras de aproximadamente el 3% del volumen del líquido seminal situadas en la excavación pélvica. Detrás de la vejiga urinaria, delante del recto e inmediatamente por encima de la base de la próstata, con la que están unidas por su extremo inferior.
Conducto eyaculador
Los conductos eyaculatorios constituyen parte de la anatomía masculina; cada varón tiene dos de ellos. Comienzan al final de los vasos deferentes y terminan en la uretra. Durante la eyaculación, el semen pasa a través de estos conductos y es posteriormente expulsado del cuerpo a través del pene.
Próstata
La próstata es un órgano glandular del aparato genitourinario, exclusivo de los hombres, con forma de castaña, localizada enfrente del recto, debajo y a la salida de la vejiga urinaria. Contiene células que producen parte del líquido seminal que protege y nutre a los espermatozoides contenidos en el semen.
Uretra
La uretra es el conducto por el que discurre la orina desde la vejiga urinaria hasta el exterior del cuerpo durante la micción. La función de la uretra es excretora en ambos sexos y también cumple una función reproductiva en el hombre al permitir el paso del semen desde las vesículas seminales que abocan a la próstata hasta el exterior.
Glándulas bulbouretrales
Las glándulas bulbouretrales, también conocidas como glándulas de Cowper, son dos glándulas que se encuentran debajo de la próstata y su función es secretar un líquido alcalino que lubrica y neutraliza la acidez de la uretra antes del paso del semen en la eyaculación. Este líquido puede contener espermatozoides (generalmente arrastrados), por lo cual la práctica de retirar el pene de la vagina antes de la eyaculación no es un método anticonceptivo efectivo.
Cuerpo esponjoso
El cuerpo esponjoso es la más pequeña de las tres columnas de tejido eréctil que se encuentran en el interior del pene (las otras dos son los cuerpos cavernosos). Está ubicado en la parte inferior del miembro viril.
Su función es la de evitar que, durante la erección, se comprima la uretra (conducto por el cual son expulsados tanto el semen como la orina). Cuando el pene se encuentra en dicho estado, contiene solamente el 10% de la sangre; los cuerpos cavernosos absorben el 90% de la misma.
El glande (también conocido como cabeza del pene) es la última porción y la parte más ancha del cuerpo esponjoso; presenta una forma cónica.
Cuerpo cavernoso
Los cuerpos cavernosos constituyen un par de columnas de tejido eréctil situadas en la parte superior del pene, que se llenan de sangre durante las erecciones.

Órganos externos

Pene
Escroto

ACTIVIDADES

1. menciona y desarrolla cada uno de los componentes internos del aparato reproductor masculino.
2. Menciona los componentes externos del aparato reproductor masculino.
3. En una breve explicación desarrolla cual y como es la función del aparato reproductor masculino en la procreación.
4. Después de haber estudiado este tema, según tu criterio ¿Qué opinas del aparato reproductor masculina?

TEMA 2: APARATO REPRODUCTOR FEMENINO.

Alguna vez te preguntaste cómo es posible que el universo permita la existencia de una persona tan molesta como tu malcriado hermanito o tu malcriada hermanita? La respuesta es la reproducción. Si las personas - como tus padres - no se reprodujeran, las familias desaparecerían y la raza humana dejaría de existir.

Todos los seres vivos se reproducen. La reproducción (el proceso a través del cual los organismos forman más organismos similares a ellos) es una de las cosas que diferencia a los seres vivos de las cosas inanimadas. Pero si bien el sistema reproductor es esencial para mantener viva a una especie, a diferencia de otros sistemas del cuerpo, no es esencial para mantener vivo a un individuo.

En el proceso de reproducción humana, participan dos tipos de células sexuales, o gametos. El gameto masculino, o espermatozoide, y el gameto femenino, u óvulo, se juntan en el sistema reproductor femenino y conforman una nueva persona. Tanto el sistema reproductor masculino como el femenino son esenciales para la reproducción. La mujer necesita que un hombre fertilice su óvulo, aunque es ella quien lleva la descendencia durante el embarazo y el parto.
Los seres humanos, al igual que otros organismos, transmiten algunas de sus propias características a la siguiente generación a través de sus genes, los portadores especiales de los rasgos humanos. Los genes que los padres transmiten a sus hijos son los que hacen que esos niños se parezcan a otras personas de la familia, pero son también los que hacen que cada niño sea único. Estos genes provienen del espermatozoide del padre y del óvulo de la madre, los cuales son producidos por los sistemas reproductores masculino y femenino.

¿Qué es el sistema reproductor femenino?

La mayoría de las especies tienen dos sexos: masculino y femenino. Cada sexo cuenta con su propio sistema reproductor. La estructura y la forma son diferentes, pero ambos están diseñados específicamente para producir, nutrir y transportar el óvulo (o huevo) o el espermatozoide.
A diferencia del hombre, la mujer tiene el sistema reproductor ubicado íntegramente en la pelvis (que es la zona baja del abdomen). La parte externa de los órganos reproductores femeninos se denomina vulva, que significa "cubierta". La vulva, que está ubicada entre las piernas, cubre la abertura que conduce a la vagina y a otros órganos reproductores ubicados dentro del cuerpo.
La zona carnosa ubicada justo por encima de la parte superior de la abertura vaginal se denomina monte de Venus o "mons pubis." La abertura vaginal está rodeada por dos pares de membranas, denominadas labios. El clítoris, un pequeño órgano sensitivo, está ubicado hacia la parte delantera de la vulva, donde se unen los pliegues de los labios. Entre los labios, hay aberturas hacia la uretra (el canal que transporta la orina desde la vejiga hacia la parte externa del cuerpo) y la vagina. Una vez que una niña alcanza la madurez sexual, los labios externos y el monte de Venus se cubren con vello púbico.


















Los órganos reproductores internos de la mujer son la vagina, el útero, las trompas de Falopio y los ovarios.

La vagina es un tubo muscular hueco que se extiende desde la abertura vaginal hasta el útero. La vagina de una mujer madura mide aproximadamente de 3 a 5 pulgadas (8 a 12 centímetros). Dado que posee paredes musculares, puede expandirse y contraerse. Esta capacidad de ensancharse o afinarse permite que la vagina pueda albergar algo tan delgado como un tampón o tan ancho como un bebé. Las paredes musculares de la vagina están recubiertas por membranas mucosas, que la mantienen húmeda y protegida. La vagina tiene dos finalidades: es el lugar en el que se introduce el pene durante las relaciones sexuales, y también es el camino por el cual un bebé sale del cuerpo de la mujer durante el parto, denominado "canal de parto".
La abertura de la vagina está cubierta por una lámina delgada de tejido, con uno o más orificios, denominada himen. El himen suele ser diferente de una persona a otra. En la mayoría de las mujeres, el himen se estira o rasga después de la primera experiencia sexual, y es posible que sangre un poco (esto suele provocar un poco de dolor, o puede resultar indoloro). No obstante, en algunas mujeres que han tenido relaciones sexuales, el himen no sufre grandes modificaciones.
La vagina se conecta con el útero, o vientre, en el cuello uterino. El cuello uterino tiene paredes fuertes y gruesas. La abertura del cuello del útero es muy pequeña (no es más ancha que una pajilla), razón por la cual un tampón no puede quedar nunca dentro del cuerpo de una mujer. Durante el parto, el cuello del útero se puede expandir para permitir el paso del bebé.
El útero tiene forma de pera invertida, con un recubrimiento grueso y paredes musculares; de hecho, el útero posee algunos de los músculos más fuertes del cuerpo. Estos músculos son capaces de expandirse y contraerse para albergar al feto en crecimiento y después ayudan a empujar al bebé hacia afuera durante el parto. Cuando una mujer no está embarazada, el útero mide tan solo 3 pulgadas (7,5 centímetros) de largo y 2 pulgadas (5 centímetros) de ancho.
En las esquinas superiores del útero, las trompas de Falopio conectan el útero con los ovarios. Los ovarios son dos órganos con forma de óvalo ubicados en la parte superior derecha e izquierda del útero. Producen, almacenan y liberan óvulos en las trompas de Falopio en un proceso que se denomina ovulación. Cada ovario mide, aproximadamente, de 1,5 a 2 pulgadas (de 4 a 5 centímetros) en una mujer madura.
Existen dos trompas de Falopio, cada una de ellas unida a un lado del útero. Las trompas de Falopio miden, aproximadamente, 4 pulgadas (10 centímetros) de largo y son tan anchas como un espagueti. Dentro de cada tubo hay un pequeñísimo canal, del ancho de una aguja de coser. En el extremo opuesto de cada trompa de Falopio, hay una zona de bordes irregulares que tiene el aspecto de un embudo. Esta zona de bordes irregulares envuelve al ovario, pero no se conecta totalmente a él. Cuando un óvulo sale de un ovario, entra en la trompa de Falopio. Una vez que el óvulo se encuentra en la trompa de Falopio, los diminutos pelos del recubrimiento del tubo lo empujan hacia el útero a través del estrecho pasaje.
Los ovarios también forman parte del sistema endócrino, porque producen las hormonas sexuales femeninas, como el estrógeno y la progesterona.



















¿Qué hace el sistema reproductor femenino?

El sistema reproductor femenino permite que una mujer:
produzca óvulos
tenga relaciones sexuales
proteja y nutra el óvulo fertilizado hasta que se desarrolle completamente
dé a luz

La reproducción sexual no sería posible sin los órganos sexuales denominados gónadas. Si bien la mayoría de la gente considera que las gónadas son los testículos del hombre, ambos sexos tienen gónadas; en la mujer, son los ovarios. Las gónadas femeninas producen gametos femeninos (óvulos); las gónadas masculinas producen gametos masculinos (espermatozoides). Una vez que un óvulo es fertilizado por el espermatozoide, recibe el nombre de cigoto.
Cuando una mujer nace, sus ovarios contienen cientos de miles de óvulos, los cuales permanecen inactivos hasta que comienza la pubertad. En la pubertad, la glándula pituitaria, ubicada en la parte central del cerebro, comienza a fabricar hormonas que estimulan a los ovarios para producir hormonas sexuales femeninas, incluyendo el estrógeno. La secreción de estas hormonas hace que una niña se desarrolle y se transforme en una mujer madura.
Hacia el final de la pubertad, la niña comienza a liberar óvulos como parte de un período mensual denominado ciclo menstrual. Aproximadamente una vez al mes, durante la ovulación, un ovario envía un diminuto óvulo hacia una de las trompas de Falopio. A menos que el óvulo sea fertilizado por un espermatozoide mientras se encuentra en la trompa de Falopio, se secará y abandonará el cuerpo aproximadamente dos semanas más tarde a través del útero. Este proceso se llama menstruación. La sangre y los tejidos del recubrimiento interno del útero se combinan para conformar el flujo menstrual, que en la mayoría de las muchachas dura de 3 a 5 días. El primer período de una muchacha se denomina menarca.
Normalmente, las mujeres y muchachas sienten algunas molestias en los días previos a sus períodos. El síndrome premenstrual (SPM) incluye síntomas físicos y emocionales que aparecen en muchas muchachas y mujeres justo antes de sus períodos. Estos síntomas incluyen acné, distensión abdominal, fatiga, dolor de espalda, inflamación y dolor en los pechos, constipación, diarrea, antojos, depresión, irritabilidad o dificultades para concentrarse y controlar el estrés. El SPM suele empeorar durante los 7 días anteriores al inicio del período y desaparece una vez que éste comienza.
Muchas muchachas también sufren calambres abdominales durante los primeros días del período. Éstos son causados por las prostaglandinas, sustancias químicas presente en el cuerpo, que hace contraer los músculos lisos del útero. Estas contracciones involuntarias pueden ser débiles o agudas e intensas.
Después de la menarca, el cuerpo de una muchacha puede tardar dos años en desarrollar ciclos menstruales regulares. Durante ese tiempo, su cuerpo se está ajustando a las hormonas que aparecen en la pubertad. En promedio, el ciclo menstrual de una mujer adulta es de 28 días, pero puede variar de 23 a 35 días.
Si un hombre y una mujer tienen relaciones sexuales dentro de los días cercanos a la ovulación de la mujer (desprendimiento del óvulo), es probable que haya fertilización. Cuando el hombre eyacula (momento en el que el semen sale del pene), deposita entre 0,05 y 0,2 onzas líquidas (1,5 a 6 ml) de semen en la vagina. En esta pequeña cantidad de semen, hay entre 75 y 900 millones de espermatozoides, que "nadan" hacia arriba desde la vagina, a través del cuello uterino y el útero, para reunirse con el óvulo en la trompa de Falopio. Sólo hace falta un espermatozoide para fertilizar un óvulo.
Aproximadamente una semana después de que el espermatozoide fertiliza el óvulo, el óvulo fertilizado (cigoto) se ha transformado en un blastocisto multicelular. Un blastocisto tiene el tamaño aproximado de una cabeza de alfiler, y es una bola hueca de células con líquido en el interior. El blastocisto se entierra a sí mismo en el recubrimiento del útero, denominado endometrio. El estrógeno hace que el endometrio se vuelva más grueso y rico en sangre. La progesterona, otra hormona liberada por los ovarios, mantiene el endometrio ensanchado con sangre para que el blastocisto sea capaz de insertarse en la pared del útero y absorber los nutrientes que hay en ella. Este proceso se denomina implantación.
A medida que las células del blastocisto reciben nutrientes, comienza otra etapa de desarrollo: la etapa embrionaria. Las células internas conforman un círculo aplanado denominado "disco embrionario", que se desarrollará y llegará a ser un bebé. Las células externas se transforman en membranas delgadas que se forman alrededor del bebé. Las células se multiplican miles de veces y se mueven a nuevas posiciones hasta transformarse, finalmente, en el embrión. Después de aproximadamente 8 semanas, el embrión tiene un tamaño similar al del dedo pulgar de un adulto, pero prácticamente todas sus partes (el cerebro y los nervios, el corazón y la sangre, el estómago y los intestinos, los músculos y la piel) ya están formadas.
Durante la etapa fetal, que dura desde la novena semana posterior a la fertilización hasta el momento del nacimiento, el desarrollo continúa con la multiplicación, el movimiento y el cambio de las células. El feto flota en el líquido amniótico que se encuentra dentro del saco amniótico. El feto recibe oxígeno y nutrientes de la sangre de la madre a través de la placenta, una estructura con forma de disco que se adhiere al recubrimiento interno del útero y se conecta con el feto a través del cordón umbilical. La membrana y el líquido amniótico protegen al feto de los golpes y sacudidas que pueda sufrir el cuerpo de la madre.
El embarazo dura un promedio de 280 días; aproximadamente 9 meses. Cuando el bebé está listo para nacer, su cabeza presiona el cuello del útero y éste comienza a relajarse y ensancharse para prepararse para el paso del bebé hacia y a través de la vagina. La mucosidad que ha formado un tapón en el cuello del útero se afloja y sale junto con el líquido amniótico a través de la vagina cuando la madre rompe bolsa.
Cuando comienzan las contracciones del trabajo de parto, las paredes del útero se contraen por la estimulación de la hormona pituitaria, la oxitocina. Las contracciones hacen que el cuello del útero se ensanche y comience a abrirse. Después de varias horas de ensanchamiento, el cuello del útero se dilata (se abre) lo suficiente para que el bebé salga. El bebé es empujado hacia afuera del útero, a través del cuello del útero y a lo largo del canal de parto. Por lo general, primero sale la cabeza del bebé; el cordón umbilical sale junto con el bebé y se corta después del nacimiento. La última etapa del proceso de parto, que actualmente se denomina "posparto", es la expulsión de la placenta. Después de que se separa del recubrimiento interno del útero, las contracciones de éste la empujan hacia afuera, junto con las membranas y los líquidos.
Problemas que pueden surgir en el sistema reproductor femenino
En algunas ocasiones, las muchachas y las mujeres pueden padecer problemas en su sistema reproductor. A continuación, encontrarás algunos ejemplos de afecciones del sistema reproductor femenino.

Problemas que pueden surgir en la vulva y la vagina

La vulvovaginitis es una inflamación de la vulva y la vagina. Puede ser provocada por sustancias irritantes (como jabón de lavar o espumas de baño). Este problema también puede ser provocado por una mala higiene personal (como limpiarse de atrás hacia adelante después de una deposición). Los síntomas incluyen enrojecimiento y picazón en la zona vaginal y vulvar, y en ocasiones flujo vaginal. La vulvovaginitis también puede ser provocada por una superpoblación de Candida, un hongo que normalmente está presente en la vagina.
El sangrado vaginal no menstrual se debe, por lo general, a la presencia de un cuerpo extraño en la vagina; con frecuencia, papel higiénico introducido en la vagina. También se puede deber a un prolapso uretral, una afección en la que las membranas mucosas de la uretra sobresalen por la vagina como una pequeña masa de tejido, con forma de rosquilla, que sangra con facilidad. También se puede deber a una lesión (como haber caído sobre el caño de una bicicleta) o a un traumatismo vaginal debido a un abuso sexual.
Problemas que pueden surgir en los ovarios y las trompas de Falopio
Los embarazos ectópicos ocurren cuando un óvulo fertilizado, o cigoto, no llega al útero y, por el contrario, crece rápidamente en la trompa de Falopio. Las mujeres con este problema tienen dolores abdominales fuertes y deben consultar a un médico, porque en algunos casos es necesaria una cirugía.
La endometriosis se presenta cuando un tejido que normalmente sólo se encuentra en el útero comienza a crecer fuera de éste: en los ovarios, las trompas de Falopio o en otras partes de la cavidad pélvica. Puede provocar sangrado anormal, períodos dolorosos y dolor pélvico general.
Los tumores de ovario, si bien no son comunes, pueden aparecer. Las mujeres con tumores en los ovarios suelen tener dolor abdominal y bultos que se pueden sentir en su abdomen. Probablemente sea necesaria una cirugía para extirpar el tumor.
Los quistes de ovario son bolsas no cancerosas llenas de líquido o de material semisólido. Aunque son comunes y no suelen ser nocivos, pueden transformarse en un problema si adquieren un tamaño muy grande. Los quistes grandes pueden empujar los órganos cercanos y provocar dolor abdominal. En la mayoría de los casos, los quistes desaparecen solos y no es necesario ningún tratamiento. Si los quistes provocan dolor, el médico puede recetar píldoras anticonceptivas para alterar su crecimiento, o un cirujano puede extirparlos.
El síndrome del ovario poliquístico es un trastorno hormonal en el cual los ovarios producen demasiadas hormonas masculinas (andrógenos). Esta afección hace que los ovarios se agranden y desarrollen muchas bolsas llenas de líquido, o quistes. Con frecuencia, aparece por primera vez en la adolescencia. Según el tipo y la gravedad de la enfermedad, se puede tratar con medicamentos para regular el equilibrio hormonal y la menstruación.

Problemas menstruales

Las muchachas se pueden ver afectadas por una variedad de problemas menstruales. Algunas de las dolencias más comunes son las siguientes:
La dismenorrea es cuando una muchacha tiene períodos dolorosos.
La menorragia es cuando una muchacha tiene períodos muy fuertes con sangrado excesivo.
La oligomenorrea es cuando una muchacha no tiene el período o tiene períodos infrecuentes, a pesar de haber estado menstruando hace tiempo y no estar embarazada.
La amenorrea es cuando una muchacha no ha tenido su primer período al alcanzar los 16 años, o tres años después de haber comenzado la pubertad; llega a los 14 años sin desarrollar signos de pubertad; o tuvo períodos normales, pero dejó de menstruar y no está embarazada.
Infecciones del sistema reproductor femenino
Enfermedades de transmisión sexual. Incluyen infecciones y enfermedades como la enfermedad inflamatoria pélvica, el virus de inmunodeficiencia humana/síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH/SIDA), el virus del papiloma humano (o verrugas genitales), la sífilis, la clamidiasis, la gonorrea y el herpes genital. La mayoría se transmiten de persona a persona por contacto sexual.
Síndrome del shock tóxico. Esta enfermedad poco común es provocada por la liberación de toxinas en el cuerpo durante un tipo de infección bacteriana que tiene más probabilidades de desarrollarse si se deja un tampón durante demasiado tiempo. Puede provocar fiebre elevada, diarrea, vómitos y shock.
Si consideras que presentas síntomas de un problema en tu sistema reproductor, o si tienes preguntas acerca de tu crecimiento y desarrollo, habla con alguno de tus padres o con un médico; muchos problemas del sistema reproductor femenino pueden ser tratados.

ACTIVIDADES

1. ¿Qué es el sistema reproductor femenino?
2. Menciona y describe como mínimo 4 problemas de los ovarios y las trompa de Falopio.
3. Menciona y describe las funciones de los órganos externos einternos del aparato reproductor femenino.
4. Después de haber hecho un bagaje teórico del aparato reproductor femenino, según tu criterio ¿Qué opinas de la reproducción humana y la responsabilidad que ella conlleva?























































TEMA 1: SEXUALIDAD HUMANA.


1. Introducción

El comportamiento humano alrededor de la reproducción y el placer sexual ha sido tabú para todas las culturas y es tarea difícil establecer normas de conducta apropiadas y universales en lo que se refiere a la vida sexual.
El sexo ejerce una fascinación tan fuerte sobre el ser humano no solo por la intensidad del placer que proporciona, ni por su estrecha relación con otros aspectos importantes como belleza corporal, amor conyugal y filial, sino porque además esta vinculado directamente al concepto del origen del hombre.

INICIOS

La sexualidad comienza desde la propia gestación y termina con la muerte del individuo; Impregna todos y cada no de los actos de la vida cotidiana. Crea reglas de comportamiento, evoluciona con la historia y es una continua fuente de placer o frustración, desde la adolescencia hasta la vejez.
Grandes pensadores de cada época han aportado sus trabajos para la comprensión de los fenómenos que se estudian en lo que se conoce hoy como sexología moderna. Uno de los padres de la sexología, Freud, su obra se destaca por el papel central que asigna a la sexualidad como determinante en las conductas del hombre. Su trabajo se enfocó en cómo el deseo sexual, consciente o inconsciente, determina la salud individual y no tanto en la conducta sexual misma.
Ante todo el sexo es un proceso fisiológico, y es por eso que la fisiología es primordial para su adecuada comprensión, puesto que se trata de una función orgánica. La psicología es la segunda ciencia, cuyos aportes resultan fundamentales para la comprensión de la sexualidad humana.
La sexología comprende el estudio del comportamiento sexual considerado en cuatro divisiones: el sexo, la estructura y la función sexual (aspectos compartidos por el hombre y los animales) y la sexualidad, característica exclusiva del ser
humano y que tiene que ver con el comportamiento del individuo dependiendo de su
clasificación genérica y de las interacciones de los demás campos de la sexología.
Es necesario saber también que la función sexual puede convertirse en disfunción con cierta facilidad quizás debido a cierta fragilidad tanto de los determinantes biológicos como de los controles basados en la experiencia y el aprendizaje.
La humanidad sufre de distintos trastornos sexuales con bastante frecuencia debido no solo a causas orgánicas sino a alguna influencia de la ansiedad, el temor, la depresión, personalidades alteradas, toxicomanías y problemas de convivencia de la pareja.
"La
sexualidad es el más delicado de los comportamientos humanos. Exige cualidades de inteligencia, equilibrio, desprendimiento interior y generosidad. La sexualidad es el único terreno en el cual resulta imposible hacer trampas".La masturbación solitaria es probablemente la actividad sexual más difundida durante este período. A esta práctica sexual solitaria se le han atribuido a lo largo de la historia cantidad de males imaginarios, entre los cuales destacamos: la pérdida de memoria, la parálisis, la imposibilidad de tener hijos y montón más de creencias estúpidas que han provocado el temor en muchos de los que la practicamos. La masturbación es necesaria como conocimiento de nuestro propio cuerpo, algo realmente útil en la adolescencia. Con esta técnica tratamos que nuestro cuerpo responda a los estímulos erógenos que le enviamos, nos satisfacemos y a la vez nos conocemos. Este es el primer paso para una sexualidad positiva en la etapa adulta. Bajo una forma más compleja, la masturbación en el adolescente puede indicar una tensión psíquica al margen completamente de la sexualidad, representando para muchos una manera de consolarse frente a un entorno nocivo, un modo de evadirse del hecho de sentirse desgraciados, etc... Aquí la masturbación actúa de alivio corporal ante una tensión emotiva, en otras palabras, de relax. Cuando a la masturbación siempre añadimos las mismas imágenes mentales para alcanzar el placer podemos caer en lo que llamamos fijaciones sin las cuales en placer sería inalcanzable. A menudo se inician en la adolescencia y pueden mantenerse fijas durante toda la existencia del individuo. Evidentemente este tipo de masturbación no logrará una posterior sexualidad positiva sino todo lo contrario haciendo que esa persona sea incapaz de obtener placer a través de otros medios más adultos como el acto sexual. La clave a menudo que determina la adecuada sexualidad del adolescente y futuro adulto está en la educación sexual recibida. La educación sexual es algo muy hermoso pero quien haga de educador no debe tener represiones sexuales en su subconsciente ni miedos ni complejos porque de este modo la imagen de la sexualidad transmitida será errónea y llena de tabúes. Reflexiones comúnmente oídas como "Mi madre me ha puesto al corriente del acto sexual pero estaba tan violenta al hablarme que hubiera preferido que callara..." demuestran lo corriente que es convertir la sexualidad en una cuestión mezquina. La sexualidad bien comprendida es sencilla, porque procede de una persona natural y liberada de sus problemas internos. Debe estar compuesta de altruismo y respeto. No existe verdadera sexualidad con miedo interno. La sexualidad es una donación de sí mismo. Para llegar a ella es necesario que el individuo esté completo en su ser y que la sexualidad no sea una maniobra destinada a compensar sus debilidades y sus miedos.

2. La sexualidad del adolescente y del joven

Comprende de los 12 a los 19 años, es una época de rápidos cambios y difíciles empresas. El desarrollo físico es sólo una parte de este proceso, porque los adolescentes afrontan una amplia gama de requerimientos psicosociales: independización de los padres, consolidación de las cualidades necesarias para relacionarse con los compañeros de la misma edad, incorporación de una serie de principios éticos aplicables a la realidad práctica, fomento de las capacidades intelectuales y adquisición de una responsabilidad social e individual básica, por nombrar sólo algunos. Pero a la vez que el adolescente se encara con tan compleja sucesión de dificultades concernientes a su evolución conjunta como ser humano, debe dirimir su sexualidad aprendiendo el modo de adaptarse a los cambiantes sentimientos sexuales, escogiendo cómo participar en las diversas clases de actividad sexual, descubriendo la manera de identificar el amor y asimilando los necesarios conocimientos para impedir que se produzca un embarazo no deseado. No es extraño que en ocasiones el adolescente sea víctima de conflictos, sufrimiento y desconcierto. Por otro lado, la adolescencia también es una etapa de hallazgo y eclosión; una época en que la maduración intelectual y emocional corre paralela con el desarrollo físico y genera una libertad y un creciente apasionamiento vital. La adolescencia no es únicamente un periodo de turbulencia y agitación, como quieren las concepciones tradicionales, sino que, a la vez, suele ser una fase de goce y felicidad que marca el tránsito agitado y tumultuoso al estado adulto (Offer y Offer, 1975). La naturaleza paradójica de la adolescencia se patentiza sobre todo en la esfera de la sexualidad.

3. Aspectos psicosexuales de la adolescencia

Fantasías sexuales Los sueños y las fantasías sexuales se tornan más frecuentes y explícitos en la adolescencia, muchas veces como elemento auxiliar de la masturbación. Parece ser que la fantasía, en el marco de la adolescencia, cumple varios cometidos: realza por lo general el placer de la actividad sexual; puede sustituir a una experiencia real (pero inasequible); origina excitación o provoca el orgasmo; constituye una especie de plataforma de ensayo mental de cara a ulteriores situaciones sexuales (aumentando la tranquilidad y anticipándose a posibles problemas, igual que ocurre con el ensayo de cualquier otra actividad) y, en fin, supone un medio de experimentación sexual sin riesgos, controlable y nada conmocionante. La experiencia del adolescente, en cuanto a la exploración del alcance y aplicabilidad de las fantasías, repercute decididamente en su actividad sexual y en la propia seguridad a la hora de desempeñarse sexualmente en fases posteriores.

Independencia A medida que el adolescente pugna por consolidar un sentido de identidad e independencia personal con respecto a sus padres y a otras figuras autoritarias, adquieren gran importancia las relaciones recíprocas con los compañeros y compañeras de la misma o parecida edad. Así, por ejemplo, la necesidad de libertad que experimenta el adolescente se acompaña normalmente del imperativo de ser como sus amigos, por más que en ocasiones ambas exigencias sean contrapuestas o antagónicas. Las presiones del grupo de edad a que pertenece el adolescente varían según las colectividades sociales. En su ansia por liberarse de la supervisión de los padres y de los adultos, algunos adolescentes ven en el sexo un medio de demostrar su aptitud para tomar decisiones propias y de presentar cara a la escala de valores de la otra generación. Pero la conquista de esa libertad no es tarea fácil, ya que los adolescentes adquieren de un modo y otro un considerable legado sexual de sus mayores y de la generación correspondiente en el que se incluyen pautas discriminatorias hacia el sexo femenino y un intenso sentimiento de culpabilidad sexual. Han cambiado antes las actitudes que la conducta, puesto que hoy está muy extendida la idea de igualdad entre ambos sexos No obstante, perdura en ciertos aspectos el criterio de la superioridad del varón. Aún se espera que sea éste el que tome la iniciativa sexual, y si es la mujer la que lo hace, lo más probable es que se la tache de "atrevida" o "calentorra". Los adolescentes no se han desembarazado de todo vestigio de problemas sexuales, mala información y desconcierto en materia de sexualidad; más bien parece que hayan sustituido determinados problemas por otro contingente de dificultades.
Reacciones paternas Muchos adultos dan la impresión de sentirse amenazados por las pautas del adolescente en esta materia y tratan de regularlas de manera ilógica, como lo demuestra el hecho de que se pretenda a veces suprimir la
educación sexual en las escuelas ("les llenaría la cabeza de malas ideas"), restringir la información sobre métodos anticonceptivos ("que sigan teniendo miedo a quedar embarazadas"), censurar libros y películas o, sencillamente, fingir que la sexualidad del adolescente no existe en absoluto. Por fortuna, no todos los padres adoptan una visión tan negativa de la sexualidad juvenil y en algunos casos asumen posturas más liberales. También es importante constatar que la conducta sexual del adolescente puede crear inquietud en los progenitores. A muchos padres les preocupa que sus hijos adolescentes se vean atrapados en un embarazo involuntario, conscientes de que, aun cuando él o ella dispongan de medios anticonceptivos, quizá no los sepan utilizar eficazmente en el momento preciso. Los padres también se inquietan, y no sin motivo, de que sus hijos adolescentes puedan contraer una enfermedad venérea.
Pautas de conducta sexual La masturbación Kinsey y colaboradores (1953) detectaron una marcada diferencia en cuanto a la incidencia de la masturbación en los varones y en las mujeres. No obstante, la tendencia actual indica un aumento de la masturbación en las muchachas adolescentes. La masturbación cumple en los adolescentes varias
funciones de importancia, como son el alivio de la tensión sexual, el constituir una forma inocua de experimentación sexual, la mejora de la autoconfianza en el desempeño sexual, el dominio de los impulsos sexuales, la mitigación de la soledad y una válvula de escape de la tensión y el estrés generales.
Las caricias (petting) Kinsey y colaboradores lo definen como el contacto físico entre varones y mujeres con miras a lograr la excitación erótica sin realizar el coito. Recientemente, un estudio basado en
entrevistas con estudiantes de ambos sexos de primer año de universidad, a los que se preguntó sobre sus experiencias sexuales en el instituto de secundaria, puso de manifiesto que el 82 % tuvo estimulación genital con su pareja, y que el 40% de las muchachas y el 50% de los chicos habían tenido orgasmos durante el petting (Kolodny, 1980). El petting debe contemplarse a la luz de los cambios de actitud que hoy se observan en la conducta sexual del adolescente. Además de practicar buen número de actividades sexuales a edad más temprana que otras generaciones, muchos de los adolescentes de nuestros días han prescindido de la costumbre de "salir" o darse cita con compañeros o compañeras y de "entablar un noviazgo" formal, y se atienen a pautas de interacción social menos estructuradas.
El coito La primera experiencia coital puede constituir un episodio de dicha, goce, intimidad y satisfacción o, por el contrario, originar inquietud, desengaño y culpa. Es un error deducir que los chicos y chicas que tienen su primera relación coital a edad más temprana son por ello mismo promiscuos, ya que muchos adolescentes jóvenes se limitan a realizar la experiencia con una misma compañera en cada ocasión. También debe tenerse en cuenta que no pocos adolescentes que ya no son vírgenes realizan el acto sexual con escasa frecuencia. En el caso de algunos muchachos, sobre todo los que "probaron" efectuar la cópula por el afán de experimentar, desvelado el misterio hallan menos intrigante y apetecible la relación sexual y pasan largos periodos sin hacer el
amor o copulando de tarde en tarde, impulsados a veces por el deseo de encontrar "la persona adecuada". Los adolescentes que mantienen una relación amorosa que permanece desde hace tiempo, suelen realizar el coito con bastante regularidad. En los últimos años se ha puesto de manifiesto que entre los adolescentes con experiencia sexual está emergiendo un contingente que se muestra desengañado, insatisfecho o turbado en lo que atañe a su vida sexual. En ocasiones se trata de muchachos o muchachas que esperaban tanto de esa primera experiencia que luego se sienten poco menos que frustrados o estafados si la situación no resulta conmocionante. Otros padecen trastornos sexuales que les han impedido gozar del contacto íntimo. Un tercer contingente está constituido por adolescentes que en un principio gozan con la experiencia sexual, pero que pierden interés por ella cuando se dan cuenta de que la relación con el compañero o compañera tiene tan sólo una motivación sexual, o cuando se rompe el vínculo y una parte se siente utilizada o manipulada. Buena parte de esos optan por la continencia para salir del paso, en la confianza de que cuando sean mayores- o cuando den con la pareja adecuada- las cosas serán de otro modo. Por último están los que, siendo sexualmente activos, hallan escaso o nulo el placer en las relaciones íntimas.
Experiencia homosexual Los estudios de Kinsey pusieron de manifiesto que muy frecuentemente los adolescentes varones habían tenido al menos una experiencia homosexual, en tanto que el porcentaje de experiencias lésbicas entre muchachas era muy inferior. Conviene tener presente que un encuentro aislado entre dos adolescentes del mismo sexo o una pauta efímera de actividad homosexual no basta para afirmar que el individuo tenga una inclinación de este tipo. La mayor parte de los adolescentes que han tenido experiencias homosexuales no se ven como tales y, ya adultos, su conducta es heterosexual. Aun así, hay adolescentes que albergan sentimientos de culpa y se muestran ambivalentes respecto a su orientación sexual como consecuencia de un solo episodio de ese
género, lo que les turba emocionalmente. El adolescente que se inquieta ante la idea de ser homosexual reacciona de muy diversas formas. Los hay que evitan toda relación con individuos del mismo sexo a la vez que tratan de reforzar su identidad heterosexual saliendo con chicas y entregándose a contactos amorosos heterosexuales. Otros optan por evitar todo tipo de situaciones sexuales. Además, están los que se tienen por bisexuales, los que estiman que la excitación homosexual es una etapa transitoria que dejarán atrás, y, en fin, los adolescentes que recaban la ayuda de un profesional para salir de apuros. Algunos adolescentes "sienten" de manera intuitiva que son homosexuales, o bien superan el desconcierto inicial acerca de su identidad sexual y asumen de forma positiva la homosexualidad. Estos últimos suelen consultar libros sobre el tema, buscan la compañía de otros homosexuales y aspiran a introducirse socialmente en la subcultura homosexual. Estas personas se enfrentan con algunas dificultades en virtud del concepto hoy vigente sobre la homosexualidad y no confiesan sus preferencias sexuales a la familia o a los amigos (lo que se conoce como coming out, es decir, "salir a la superficie") hasta más tarde, y eso suponiendo que decidan hacerlo. 4. La primera etapa de la edad adulta (18-30 Años)
El primer ciclo de la edad adulta, que comprende aproximadamente desde los 20 a los 40 años, es un periodo en que los individuos toman importantes decisiones en su vida (
matrimonio, trabajo, modelo de vida) y pasan de las ambiciones relativamente no verificadas de la adolescencia a una madurez personal decantada por la realidad del mundo en que viven. Para la mayoría de las personas es un época de creciente responsabilidad sobre las relaciones interpersonales y la vida de familia. En los últimos años, se observa en general una clara propensión a contraer matrimonio a una edad más tardía que en décadas anteriores. Como resultado de este fenómeno muchos jóvenes, varones y mujeres, mantienen la soltería durante un lapso de tiempo considerable, lo que sin la menor duda ha alterado las pautas de comportamiento sexual que regían en tiempos de Kinsey. Hoy, buen número de personas entre los 20 y los 30 años consideran que la adquisición de experiencia sexual es un paso inicial que facilita la acertada elección de pareja, en contra de la idea antes vigente de preservar la virginidad. Erikson (1968) observa que el desarrollo de la capacidad para una convivencia íntima es uno de los principales objetivos del joven adulto. Por lo general, el adulto joven no se halla tan sujeto a la "presión de los compañeros de su edad en materia sexual" como lo está el adolescente, sino que predomina en él la fuerte necesidad interna de "foguearse " sexualmente. La libertad de movimientos respecto de los padres y los límites que imponen al adolescente va acompañada de un acceso más fácil a un entorno más íntimo, a un lugar en el que poder estar solo, sea un apartamento, la habitación de un motel o un centro de vacaciones, lo que conlleva de paso mayores oportunidades en el terreno sexual. Dentro de ese estado de soltería se observan varias formas comunes de comportamiento sexual: El experimentador parece evaluar los lances sexuales atendiendo a la frecuencia, diversidad y eficacia en el desempeño amoroso; él o ella dan la impresión de considerar la vida como un copioso super orgasmo sexual y su actitud es, normalmente, ésta: "Ahora es tiempo de pasarlo en grande, porque luego voy a sentar la cabeza". El buscador pugna por hallar la unión ideal (y la compañera perfecta con la que casarse) a base de continuas experiencias sexuales, confiando en dar así con lo que anda buscando. La vida en común puede convertirse en un campo de pruebas cuando se entablan relaciones sobre esta base. El tradicionalista participa de buena gana y placenteramente en la actividad sexual, pero conserva el coito para las "relaciones serias". Es posible que antes de contraer matrimonio el tradicionalista tenga varias parejas sexuales, pero siempre de una en una durante un periodo de tiempo dado. Es indudable que podrían reseñarse otros modelos o formas de comportamiento sexual, pero los tres enumerados parecen ser los más corrientes. Los primeros años del estado adulto son una época de incertidumbre sexual para unos y de satisfacción plena para otros. A veces la sexualidad se tuerce debido a sentimientos de culpa o de inmoralidad que el individuo, hombre o mujer, arrastra de antiguo. La preocupación que tenía el adolescente acerca de su idoneidad sexual no ha desaparecido del todo, y el joven adulto continúa preocupándose también de su prestancia física, dotes sexuales y destreza personal en el amor. Es posible que aún no se hayan resuelto los conflictos en torno a la identidad sexual, e incluso para los que han logrado aceptar y asumir su condición de homosexuales o bisexuales, las presiones y prejuicios sociales pueden suponer obstáculos y dificultades. Pese a la existencia de tales problemas, los jóvenes adultos son hoy más activos en el plano sexual que sus homólogos de otras épocas. Un factor determinante que contribuye a este cambio es el relativo abandono de los viejos postulados discriminatorios, según los cuales las aventuras amorosas prematrimoniales estaban prohibidas a las mujeres, pero no a los hombres. Por todo ello no sorprende que las diferencias en la banda de actividad sexual entre varones y mujeres se hayan reducido en gran medida con respecto a las que regían en otros tiempos. En la actualidad los adultos jóvenes se enfrentan con algunos conflictos sexuales suplementarios que vienen a ser una especie de reacción antagónica del lema "cualquier cosa vale" de las décadas de 1960 y1970. Por ejemplo, si bien en los últimos treinta años se ha producido un cambio de actitud espectacular en lo que atañe a las relaciones sexuales prematrimoniales, la promiscuidad sexual sigue siendo objeto de reprobación más o menos larvada. Además, si bien la mayoría de los solteros, hombres y mujeres, estiman que no es necesario querer a la pareja de turno para tener relaciones sexuales placenteras, se empieza a observar un desencanto creciente en lo que concierne al sexo fortuito o accidental y a los amores de una noche. Parece que esta tendencia se debe, al menos en parte, a la cada vez más consciente aprensión al contagio venéreo. Por otra parte, entre los jóvenes adultos homosexuales que, como grupo, tienen normalmente muchos más contactos sexuales fortuitos o accidentales que sus homólogos heterosexuales, el miedo al SIDA ha hecho que últimamente redujeran el número de sus parejas sexuales y se observara un interés más palpable por entablar relaciones "monógamas". No obstante, el miedo no es el único factor que interviene en el ámbito del sexo ocasional. Muchos de los jóvenes adultos que hemos tenido ocasión de entrevistar se muestran disconformes con otra secuela del sexo accidental, y es su naturaleza relativamente impersonal. Si bien la disminución de restricciones en la conducta sexual crea un ambiente propicio para la libertad de expresión sexual y de elección de la pareja, esta libertad no es siempre inequívocamente positiva. La libertad sexual puede ser motivo de desengaño, opresión y conflictos de la misma manera que puede producir satisfacción, en el sentido de que "en la medida que diversifica y amplía la experiencia, también diversifica y multiplica el dolor inherente a ella, los errores que podemos cometer y el daño que recíprocamente podemos causarnos. Claro está que muchas veces las situaciones de carácter sexual en la primera etapa de la edad adulta son cordiales, apasionadas, compensatorias y sin perturbaciones. Incluso el sexo accidental cumple una serie de funciones, tanto orgánicas como psicológicas, y, desde luego, no hay razón para poner reparos a las evasiones placenteras. Sin embargo, hoy empieza a dominar claramente la tendencia a mantener relaciones sexuales en un contexto de afecto mutuo, como se aprecia muy en especial en la propensión cada vez más evidente de las parejas jóvenes a "cohabitar", es decir, a la vida en común. En contraste con la vida de soltero, el matrimonio se rige por otros módulos de expresión sexual. Para bien o para mal, locierto es que la mayoría de los jóvenes adultos terminan contrayendo matrimonio. Al tiempo que la novedad de la felicidad conyugal de primera hora se diluye en el proceso de aprender a convivir, respetando los hábitos y peculiaridades mutuos - de la misma forma que los afanes primerizos por conquistar el mundo dan paso a una focalización más práctica en los pormenores de la vida cotidiana-, la relación sexual tiende a ser menos incitante y, a veces, menos gratificante para uno o para los dos miembros de la pareja. La paternidad menoscaba la intimidad, añade exigencias nuevas y llega incluso a producir agotamiento. Es difícil pensar en el sexo cuando se ha pasado la jornada vigilando los pasos de un niñito de dos años, de la misma manera que la excitación sexual se aminora o desaparece después de haber estado 14 horas seguidas trabajando. Aunque no se pierda ni se sacrifique el goce sexual, éste debe soportar el contrapeso de otras necesidades yresponsabilidades, lo cual constituye un hito experimental de primer orden en esta fase de ciclo vital. Los que no consiguen culminar con éxito este proceso de integración es probable que se sientan menos satisfechos en el plano sexual, lo que puede inducirles a buscar aventuras con otras mujeres, o recurrir al divorcio. En la actualidad estas salidas son harto comunes y bien conocidas de los investigadores. Hay parejas que dan cima al "sueño" de hallar la dicha conyugal, lo que consiguen mediante una convivencia armoniosa, educando a sus hijos, guardándose fidelidad mutua y profesándose un cariño sin fisuras. Otros matrimonios se atienen a una versión corregida de esta pauta: desaparece el amor, pero subsisten los elementos restantes. Y, en fin, los hay que experimentan con nuevas varientes del modelo ideal, bien sea renunciando a tener hijos, no observando la fidelidad mutua o relegando la dicha matrimonial a un segundo plano. La impresión que externamente causa una pareja casada y la realidad interna que preside su unión no siempre guarda una coherencia lógica. Un indicio concreto de que muchos matrimonios no son felices lo tenemos en las tasas de divorcio que se dan en nuestra sociedad. Es difícil discernir en qué medida la insatisfacción sexual es una causa primaria de divorcio, pero los consejeros matrimoniales saben bien que los problemas sexuales suelen ser un elemento común en los matrimonios que se tambalean. Por otra parte, hay personas que deciden casarse aun a sabiendas de que existe una disfunción sexual. Quizá confían en que la dificultad desaparecerá con el paso del tiempo-cosa que normalmente no ocurre- o bien adoptan una actitud de "despreocupación" que resta importancia, con toda intención, al papel del sexo antes incluso de que se consume el enlace. A partir de los 40 años, el individuo entra en un periodo de transición de la juventud adulta al estadio de la madurez.

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ACTIVIDADES

1. ¿Que opinas sobre las relaciones sexuales?
2. ¿Qué relación tiene la sexualidad humana con el VIH-SIDA?
3. Investiga los datos estadísticos y las causas del contagio del VIH-SIDA en tu ciudad.
4. Después de haber leído este tema ¿Cuál es tu postura ante el tema de la sexualidad humana?